Los Productos del Programa CIBE de investigación son manejados por diferentes Médicos y distribuidores. Para orientarlo sobre los productos en su localidad envíe un correo electrónico a cibelabs@prodigy.net.mx
Los productos CIBE están elaborados con aceites esenciales extraídos de diferentes plantas y granos. Uno de los sabores más característicos es el que le confiere el aceite de una especie de pino. La acción de estos aceites es muy compleja pero su fuerza se manifiesta en el sabor característico de las emulsiones. Se ha ido suavizando el sabor con el desarrollo de la investigación pero cuando se agrega un saborizante natural a los pocos días se vuelve a imponer el sabor del pino. Hay que destacar que este producto se toma por sus beneficios y en menos de 48 horas el paciente termina por aceptar el sabor
La farmacodinamia establecida indica que no es necesario suspender tratamientos a base de fármacos. El mecanismo de acción de los Ácidos Grasos incluso permite que la acción de los fármacos sea más efectiva por lo que deberá estar en contacto con su médico para una posible reducción de las dosis de fármacos.
Las investigaciones realizadas demuestran que estos productos son benéficos desde el vientre materno hasta la edad avanzada. Los Ácidos Grasos son esenciales para el organismo por lo cual deben suministrarse a cualquier edad. En los últimos meses de embarazo y los primeros años del bebé le ayudan a tener un desarrollo neurológico más pleno por lo cual incluso tiene efectos en el nivel intelectual del niño.
Éstos productos tienen estudios de atoxicidad. La sobredosis no existe en este caso porque nuestro organismo toma la cantidad de Ácidos Grasos que requiere y desecha el sobrante. Al tener un mecanismo de acción que busca devolver la funcionalidad del organismo respetando su naturaleza no hay peligro de que fuerce o inhiba el trabajo de cierto órgano poniendo en peligro la vida del individuo. Por esta situación de que los fármacos inhiben o promueven el funcionamiento de cierto órgano es que deben usarse bajo supervisión médica.
Aunque se han empleado en investigación también los ácidos grasos de origen animal en este proyecto se da un proceso de elongación o alargamiento de cadenas hidrocarbonadas. Para este proyecto se han obtenido mejores resultados con los ácidos grasos de origen vegetal. Por otra parte la biocompatibilidad lograda, o sea la mejor integración de estos elementos con el organismo, se ha alcanzado con ingredientes que provienen de granos y plantas.
Los ácidos grasos son substancias esenciales que nuestro organismo requiere. Su ausencia da lugar a ciertos padecimientos cuando la membrana celular pierde funcionalidad. Cada día se requieren entre 3 y 5 gramos de ácidos grasos. Nuestra dieta únicamente proporciona 250 mg por día, así que tomar estos suplementos alimenticios es garantizar nuestras necesidades de ácidos grasos. Su ingesta corresponde a una necesidad que ayuda a prevenir padecimientos.
Los ácidos grasos cumplen varias funciones y una de ellas es la de convertirse en unidades de energía. La otra razón es porque al estar mal conformada la célula los receptores de membrana celular no cumplen su función de permitir el ingreso de la glucosa al interior de la célula. Al reconformarse la membrana celular la glucosa fluye al interior de la célula y da energía a la misma.
Primero hay que saber que existen diferentes ácidos grasos y estos se distinguen por su cantidad de carbones. Segundo, el vehículo en el que se ofrecen tiene propiedades diferentes para actuar en órganos diferentes y tercero porque se acompañan con diferentes principios activos de diferentes plantas o granos para dar una acción terapéutica distinta.
Ningún producto puede erigirse como la panacea que todo lo cura. Un buen médico siempre utilizará terapias mixtas. Por supuesto que los fármacos son importantes y podrán emplearse con los ácidos grasos. Los ácidos grasos tienen un mecanismo de acción que fundamentalmente consiste en reestructurar la membrana celular. Al devolver funcionalidad a la célula, muchos problemas pueden corregirse pero para lograr esto hay que emplear otros tratamientos complementarios.
Algunos de los problemas de salud se derivan de una alimentación inadecuada. Hay que cambiar los hábitos alimenticios pero esto no quiere decir que se asuma una dieta como restricción. Más bien hablamos de cambiar aquello que nos ha llevado a perder la salud .
Todos requerimos de ácidos grasos cada día. Tomar media onza por día asegura la ingesta necesaria de cada individuo. .
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